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A ritmo de fado
Construida sobre una serie de colinas que asoman a las brillantes aguas del amplio estuario del Tajo, Lisboa es una de las ciudades más bellas de Europa. Aunque su periferia moderna es bastante desgarbada, el centro histórico es relativamente compacto y fácil de explorar en solo un día cuando tu Crucero MSC atraque en Lisboa.
El casco antiguo de la ciudad, el laberinto de callejuelas de laAlfama, se sitúa a los pies del espectacular castillo morisco de San Jorge, cuya muralla en ruinas da hacia otra colina, el Barrio Alto, famosa por sus bares, restaurantes y su vibrante vida nocturna. El valle entre estas colinas se conoce como la Baixa, o barrio bajo.
Los altos e imponentes edificios que forman la Baixa (Barrio Bajo) albergan algunas de las tiendas y cafés más interesantes de Lisboa. Puedes aprovechar una excursión de tu Crucero MSC por el Mediterráneo para visitar, recorriendo una estrecha pasarela sobre el río, la imponente Torre de Belén que se alza sobre el Tajo, un símbolo de Lisboa. Es un ejemplo del estilo manuelino, que se desarrolló durante el reinado de Manuel I el Grande: las ventanas y las escalinatas de la torre están adornadas con arcos y símbolos decorativos que recuerdan las exploraciones portuguesas en el Nuevo Mundo.
Edificada como fortaleza para defender la desembocadura del Tajo, se necesitaron años para terminar su construcción, y cuando fue inaugurada en 1520 debía estar en el centro del río, pero el terremoto de 1755 desvió el curso de las aguas. Hoy pueden visitarse todos los pisos de la torre, incluida una terraza que se asoma al río y desde la que los soldados disparaban a los enemigos.
Es posible subir cuatro pisos por la empinadísima escalera de caracol y apreciar las diferentes vistas al río, hasta llegar a la terraza más alta, donde acariciado por el viento podrás admirar las vistas sobre Belén.