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El imponente Torreón Angevino, símbolo de la ciudad
Nápoles es un extenso puerto mediterráneo con un centro lleno de interesantes lugares que están esperando a que los descubras con las excursiones de tu crucero MSC por el Mediterráneo.
Ningún viaje a Nápoles está completo sin una visita a la zona entre Piazza Garibaldi y Via Toledo, el equivalente de la antigua Neápolis romana (gran parte de la cual sigue estando enterrada, al igual que en muchas otras ciudades italianas).
El casco antiguo de Nápoles está compuesto por las calles principales de Via dei Tribunali y Via San Biagio dei Librai (también conocida como “Spaccanapoli”, ya que divide literalmente la ciudad en dos), las cuales todavía hoy siguen la ruta de las antiguas carreteras romanas. Este es el barrio más animado y bullicioso de Nápoles, una especie de alcazaba al aire libre llena de vendedores callejeros y gente gritando, cuya energía compensa ampliamente su falta de gracia. Sin embargo, es el barrio más intrigante de la ciudad y una parada obligatoria en cualquier crucero con escala en Nápoles. El Duomo es un edificio gótico de principios del siglo XIII (aunque la fachada neogótica data de finales del siglo XIX) dedicado al santo patrón de la ciudad, San Jenaro.
Los Cruceros MSC por el Mediterráneo ofrecen también excursiones a Pompeya. Pompeya fue uno de los centros de comercio romanos más importantes de la región de Campania, un lujoso lugar de descanso para los patricios más ricos y una ciudad comercial que exportaba vino y pescado. La erupción del Vesubio en el 79 d.C. congeló la vida y el futuro de la ciudad tal y como estaba en ese momento.
También se puede hacer un viaje a la isla de Capri, lugar legendario, hogar de las míticas sirenas y aclamado destino de recreo para los multimillonarios, aunque actualmente se haya posicionado como el lugar perfecto para hacer una visita de un día desde el continente.
Merece la pena visitarla, pese a que hoy en día es más difícil encontrar el origen de las leyendas.