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La ciudad más antigua de Nueva Francia
Bonita y bien cuidada, la ciudad de Québec se encuentra a orillas del río San Lorenzo y está dominada por el majestuoso Chateau Frontenac, el simbólico hotel de la capital, conocido por su arquitectura de cuento de hadas que ofrece una vista espectacular.
Visitar Quebec es como hacer un viaje al pasado donde se pueden ver los cuatrocientos años de historia de la ciudad en todas partes. Todo el casco antiguo es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO debido al increíble conjunto de obras de arte y arquitectura.
Con las excursiones MSC podrás visita la capital del Canadá francófono de diferentes formas. Uno de los recorridos más bellos se desarrolla por el viejo Québec: después de un paseo por la parte alta de la ciudad admirando los antiguos edificios religiosos de piedra gris y las vistas del gran río, el recorrido pasa por las calles y plazas de la parte baja, la zona central que estimuló el desarrollo de la ciudad de Québec. Aquí tendrás la sensación de estar en Nueva Francia hace tres o cuatro siglos, con un ambiente parisino y una huella urbana y arquitectónica muy similar a las ciudades europeas.
De los tours que se aventuran fuera de la ciudad, a solo 10 kilómetros del centro, te recomendamos las Cataratas Montmorency. Con 85 metros de altura, se encuentran entre las diez cascadas más altas de Canadá. Los senderos y las escaleras te conducen hasta la cima: puedes subir a pie o en teleférico y disfrutar de una vista excepcional con vistas al río y al moderno puente que conduce a la Île d’Orleans, la exuberante isla verde frente a la ciudad. Otra maravilla para visitar es el santuario de Sainte-Anne de Beaupré, uno de los principales destinos de peregrinación de América del Norte.
La ciudad de Québec, con su ciudadela fortificada, es, sin duda, una de las ciudades más interesantes de Canadá, fácil de visitar a pie y perfecta par a los amantes de la cultura y las galerías de arte.
